En las lenguas romances los nombres actuales más generalizados derivan del latín vulgar catus , palabra que aludía especialmente a los gatos salvajes en contraposición a los gatos domésticos que , en latín , eran llamados felis .
Hay docenas de raza , algunas sin pelo o incluso sin cola , como resultado de mutaciones genéticas , y existen en una amplia variedad de colores . Son depredadores por naturaleza , siendo sus posibles presas más de cien especies diferentes de animales para alimentarse . También son animales que pueden asimilar algunos conceptos , y ciertos ejemplares pueden ser entrenados para manipular mecanismos simples .
Se comunican con gemidos , gruñidos y alrededor de un centenar de diferentes vocalizaciones , además del lenguaje corporal .
Se creía que el gato salvaje africano (Felis silvestris lybica) es su ancestro más inmediato , pero evidencias genéticas recientes señalan una procedencia directa de los gatos domésticos actuales con los gatos salvajes del Medio Oriente .
Sin embargo , al tratarse de una subespecie puede intercambiar —y de hecho lo hace— material genético con otras subespecies de Felis silvestris . Se ha detectado hibridación con el gato mentés europeo . Esta hibridación masiva se considera la principal amenaza para la conservación de las variantes salvajes . Está incluido en la lista 100 de las especies exóticas invasoras más dañinas del mundo de la Unión para la Conservación de la Naturaleza .
También , de forma excepcional , se han obtenido híbridos fértiles con gatos salvajes fuera de la especieF. silvestris ; en la década de 1960 la criadora Jean Mill comenzó un programa de cría cruzando gatos domésticos con un ejemplar hembra de Prionailirus bengalensis , obteniendo tras diversos cruces la actual raza de gato jabalí .